maandag 9 juli 2012

Recuerdos de la niñez. Partida de ajedrez.

Madrid 2012.


Suena un móvil con la archiconocida melodía:
(la  re  Mi  la  re  Mi  la  Mi  la  Do  Sol  Fa  Mi Fa  Mi  la) e inmediatamente cantan por los bajines:
Hubo que aprender, a llevar y a tener
el corazón y el alma heridos,
dias de avivez, de hambre y escasez,
de vencedores y vencidos.
Amar en tiempos revueltos,
tiempos de ruina y lamento,
amar en tiempos revueltos,
por vientos que trajo un mar,
de batallas por contar.


-   ¿Quién era abuela?
-   Una de mis primas ¿ no duermes aún?
-   No abuela, díme ¿ Una de las invisibles como tu?
-   Sí, cariño, todos los niños éramos invisibles así no había rivalidad.
-   ¿ Y la tía Leonor también?
-   No, esa no, tenía nombre de princesa y un tratamiento especial.
-   ¡ Jolines con los lionistas, lo que debistéis sufrir !. Oye abuela, ¿Por 
      qué no me cuentas lo de la vecinita de arriba y el capitán Ameba?
-   ¿ Me quieres estropear la noche?
-   ¿Por qué?
-   No puedo hablar de ellos sin nombrar a dr.Death, a Doña Jeringuilla 
     en mano, marido que me cargo y a Alberto/Carlos, el vengador.
-   Sí puedes pero ¿Quién era la Jeringuilla en mano?
-    La dueña de Sucesos, una perla de mujer, de pasado misterioso con Armenteros mucho que ver, Rocio era su nombre y aunque la copla diga "" manojito de claveles y capullitos en flor"" de eso ella,  nada de nada, ! una monada para echar a correr!.
-   ¡ Abuela, deja la copla en paz y cuéntame ya ¡
-   Está bien, si te aburro, no reclames, que estos protas ni gracia ni salero tienen , sólo caretos raros y partidas de ajedrez.


Allá por la tierra mora, allá por la morería había una ciudad que España y 
Francia se repartían.






Tetuán era su nombre, paloma blanca para unos, ciudad de las fuentes de 
agua para otros,  según google nos cuenta,  y lugar de ensueño para mi teniente coronel, a las ódenes del siniestro mister Clint.

- ¿ Clint era el americano de la CIA?

- Algo así, personaje singular, alfiler de cobarta llevaba,todo lo encontraba y a Rocío encontró cuando Armenteros por ella penaba y el alma al americano vendió. Continuo con la narración.

Mientras los hijos de los oficiales, en los exóticos jardines pasaban el día, 










nuestro ilustre vecino  por la salud de los soldaditos velaba, quienes 
crédulos pinchar se dejaban sin saber el malaje que el farmacéutico se gastaba.
-   ¿Tan malo era lo que les metía?
-   De lo peor. Un preparado infernal enfermo les ponía y 
     no habiendo antídoto para ese mal cual moscas caían en panal de rica miel.
-   ¿ No tenían penicilina?
-   Partidas adulteradas para dar y tomar
-   ¡Qué fuerte abuela! ¿quien la adulteró?
-   El capitán Robledo se llevó ese honor. 


Cuando el jaleo se armó limpiar nombres procedía, el del Robledo el 
primero fue, una bala en la sien cual lejía limpio lo dejó y del honor de Armenteros, un jovencísimo abogado, del ejercito español, íntegro y crédulo se encargó. Gracias a su haber al sospechoso ascendieron a Teniente Coronel



                                                             





-    ¿El abogado era Gus?
-      Sí, en 1947 un jovencito de triste figura con        aficción al ajedrez.
-   ¿Y eso es importante? Lo del ajedrez digo.
-     Para ser amigo de Armenteros esencial.
-    ¿Por qué?
- Como buen estratega, a su hija Cecilia con él quiso emparejar, le debía 
un gran favor,  aunque el joven oficial nada pedía, las gracias a la nena  
reía y los recitales de piano sin pestañear sufría. 
-   ¿Pero ella era una niña?
-    Armenteros paciencia tenía y Gus, caballero de honor la lujuria no conocía.
-   ¿Y se hicieron novios en Tetuán
-   No hubiera sido cosa rara, que por las morerias las prometen muy de 
mañana pero no, hasta  el 57 no hubo nada que relatar.
-    ¿ A Cecilia no le gustaba?
-    Nunca en su lista estuvo.
-   ¿ Quién fue el primero?
-   Alejandro Santamaria que a Madrid la siguió. De santo nada tenía, haberes menos aún, deberes no conocía y al papá de Cecilia no le caía bien.
Cuando Ceci a Madrid llegó con Amina a su vera, ama fiel que rezaba a 
Allah, alquilaron el piso de al lado del principal y a la mininia apenas  
dejaban salir.







-   ¿ Por qué no, si ya era mayor?
-   ¿ Tú crees ? rodeada de muñecas todo el día..pero da igual, su papá no quería.
-    No entiendo.
-   Costumbres de Tetuán que en Madrid mantener quería, ¿una niña bien, sola salir? ¡qué osadía!.
-   ¿  Y cómo se las apañó?
-    Aqui entra mi madre en acción. Te cuento.


La vecinita a Chelito como amiga buscó , una cabecita loca, ¡ hija de los 
porteros! y una niña bien, ¡hija de militar!, buenas amigas no podían ser, 
decía la fiel Amina pero Armenteros dejó a hacer y después vendría Daniela, la enfermería y las canciones en el Cervantes también. 
Entre mi madre y Ricitos la complicidad fue grande, el ingenio para la mentira mayor y verse con su amado sencillo resultó.


-¿Se amaban de verdad?

- !qué va! era un amor mercantil, el de él quiero decir.
Cecilia, caprichosa como era, buscar las vueltas a papá y a Amina gustaba,
 la princesa de la casa ingenio tenía pero fue gracias a mi madre, que la propuesta de penalty que Alejandro le hiciera, no llegara a cuajar y el chico acabara mal, por el agujero negro de la plaza un día se fue y no volvió más.
-   ¿ Y Gus que hacía?
-    Mirar, confiar y esperar, ahora lo verás.




En la penumbra del despacho, el capitán y mi teniete coronel al ajedrez  jugaban, día si y otro también, gustara o no,  era orden superior, no se quería negar.
En la sombra del salón el piano escuchaba mientras té moruno o brandy deleitaba, esperando la ocasión de lanzarse a cortejar, a la niña ya mujer, con permiso de papá, como acordara en Tetuán, el padre que no él. 
Ceci era la mujer ideal para ser la señora del capitán,  
sí o sí, medio foro se oponía pero daba igual.





-   ¿Por qué le llamaban captain Ameba? ¿quién le bautizó así?
-    La memoria me falla, cosas de la edad, creo que Txane le 
      hizo ese honor. Su forma de actuar, a pesar de su edad, daba
      mucho que hablar.
-   ¿Llegaron a casarse?
-    A prometerse sí, ante los ojos de Alberto el vengador.
-   ¿Estaba invitado al evento?
-   No, Armentero le puso en el compromiso de entrar y brindar por la    
     ocasión.
-    ¿Era Alberto el número dos?
- Exacto . La Ricitos del soldadito se enamoró y en apuros puso cuantas veces quiso sin compasión. ¿Quieres oir más ?
-  Si, por favor. !Caray con la mininia, qué mala milk tenía!
-  No lo sabes tu bien, pero volviendo al capitán:  
Gus no caía mal, al revés, corazones latían al verle salir







 pero su no decisión y ambiguedad a más de una forera dolor de cabeza le 
dio. Tan listo como era, las miradas entre Ricitos y Alberto no captaba,  ni sospechar pudiera que ella  con pasión le besaba , dos canciones pensando en él y una carta de amor al soldadito escribió.
El pobre Gus un peon en manos de Ceci era,un alfil en permanente espera en el tablero de ajedrez de Armenteros  y sólo a Amina le apreciaba por ser él como era, un simple capitán que a su mininia adoraba.   






En eso estaban hasta que Carlos/ Alberto el juego rompió, se negó a amar a Ceci, su misión era vengar y no ennoviar a la hija del culpable de la muerte de su amado y recordado capitán Robledo, padre verdadero y no como Armenteros.
-   ¿ Lo consiguió?
-   Consiguió que Ricitos se comprometiera con Gustavo.
-   ¿ Y la venganza?
-   Hasta el parón todo le salió mal, no fue buen aprendiz  y un incendio su venganza aplacó.
-   Y Gus, ¿no conoció el amor?
-   De Ricito más bien que no pero de Aurelia un montón.
-   ¿Aurelia?
-   La meca de Sucesos, la amiga de Asunción, de él ná más verle se prendó y una noche loca una caída romana hicieron en la sede de la redacción.
-   ¿ Y Gus despertó?
-   Disfrutó y le gustó pero comprometido estaba y frustrado siguió
-   ¿ Por?
-   Un General a Olavide utilizó, te explico.
                                                                 
A oídos del servicio de Inteligencia los experimentos de Armenteros 
llegaron y los resultados obtenidos, valiosos sin duda, !todos locos se volvían!,  transcender no podían.
A unos padres, al los de Leandros, o así entendimos, explicación debían  y  ¿ quien mejor que Gus, como una patena el nombre de Armenteros podría dejar? Asi pues, le tocó a su suegro investigar, al Marmeto interrogar y de Alberto, a escondidas un informe leer, redactar la verdad, la merde a la calle sacar pero  ! shit! a Cecilia no le deseaba el mal y el informe falseó como la Inteligencia esperaba, ¡ everybody happy!  Bueno,  Gus no, claro está. Un peon, otra vez un peon,  un simple peon era en manos de los altos mandos y asi,  la gloria y la honra en alcohol ahogó, tambaleando a la calle salió, a Aurelia encontró  y como ya te dije hicieron el amor .


- ¿ Y qué pasó?


-  Segura no estoy,  vino el parón  y ¡ay!  Aurelia tendría que haber 
hablado de yacer sin complicación con nuestra Asunción.


-¿De Olavide preñada quedó?


- Las naúseas que vimos apuntaban en esa dirección.


- ¿ Y el captain se enteró?


-  El compromiso con Ceci rompió pero no por la concepción sino por decepción.


- Explícate mejor.


- Escucha y aprenderás.

Daniela, la amiga íntima después de mi madre, celosa de Cecilia estaba, 
a Alberto no perdonaba que con ella yacer no quisiera y cuando la ocasión se presentó, a Olavide le soltó, el amor de su amiga por Alberto/Carlos Cepedes/ Robledo y la doble identidad del soldadito al carajo se fue.
Gustavo compromiso rompió, Armentero en ira entró y lo que vino después en septiembre te lo contaré..
-   De acuerdo, abuela pero mañana otra historia.
-   Ya se verá !Qué difícil labor la de las abuelas de verano sin televisión!







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